En la antigüedad se decía que la salud y la enfermedad entraban por la boca. Esto ha dado lugar a la creación de algunos mitos sobre algunos alimentos popularmente extendidos. Las frutas no se han librado de estas habladurías, algunas ciertas y otras no tanto. Los nutricionistas despejan las dudas.
1. El zumo de pomelo quema grasas:
Falso. El zumo de pomelo no ayuda a quemar las grasas, aunque sí a eliminarlas. Como cualquier cítrico (el limón, el pomelo la naranja o el kiwi), el pomelo ayuda a que la vesícula funcione mejor y elimine las grasas a través del intestino. Nada más.
2. La fruta engorda más si se toma de postre:
Falso. Tomar fruta de postre puede causar acidez de estómago o incluso puede sentar mal, pero no engorda. Una vez que se digiere en el estómago se mezcla con los demás nutrientes; de hecho algunos de sus minerales y vitaminas son necesarios y complementarios para que se digieran otros alimentos. Por ejemplo, la vitamina C, al ser ingerida en el postre, permite una mayor absorción de hierro. Por otra parte, la fruta engorda solo si se toma en exceso, por lo tanto puede ingerirse en cualquier momento del día.
3. La vitamina B engorda:
Falso. El complejo B mejora el estado del organismo en general y, en cierta medida, puede abrir el apetito. Sin embargo, ni las vitaminas ni los minerales contribuyen al aumento de peso si no se ingieren en exceso.
4. La naranja previene los resfriados:
Verdadero. La naranja, rica en vitamina C, no evita los resfriados, pero aumenta las defensas para combatirlos gracias a sus propiedades antiinfecciosas.
5. La manzana es un dentífrico natural:
Falso. La manzana no limpia los dientes y no puede reemplazar a la pasta dentífrica, aunque sí es cierto que al contener poco azúcar no favorece la formación de microorganismos que provocan las caries, como otros alimentos.
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